¡Qué horror!

La venta de protección, por decirlo de alguna manera, a la que ahora se dedican algunas organizaciones en San Cristóbal de Las Casas era casi como secreto a voces que se comentaba entre familiares y conocidos, pero nunca había quedado tan claramente al descubierto como el domingo. 

Tenían que suceder hechos tan escandalosos como ese día para que no hubiera forma de ocultar lo que desde hace algunos años está pasando en la antigua Ciudad Real con las agrupaciones que con careta de sociales se han dedicado a delinquir, ante la complacencia de las autoridades de los tres niveles. 

Resulta, pues, que anteayer muy temprano una mujer fue agredida con arma blanca en su casa por algunos parientes en el barrio de Guadalupe, a causa de diferencias entre dos familias. 

De acuerdo con vecinos, los agresores se metieron en una casa ubicada cerca de donde ocurrió la agresión, por lo que otros familiares de la mujer solicitaron el “apoyo” a integrantes de una agrupación que vende “protección” para que los detuvieran y agredieran, lo que originó un enfrentamiento. 

Lo que se ignora es si alguno de los familiares de la mujer pertenece de antes a la agrupación que llegó o si fue espontánea la solicitud de “apoyo”, que desde luego no es gratuita. 

Primero fue con palos y piedras, pero después salieron a relucir armas de fuego, por lo que aquello se volvió una zona muy peligrosa para quienes ahí viven y para las personas que transitaban por casualidad. 

Fueron dos o más horas de hostilidades, de zozobra, pánico, miedo, crisis nerviosa e incertidumbre que se vivieron en ese barrio ubicado en el oriente de la ciudad coleta.  

Hasta que llegaron las fuerzas de seguridad se comenzó a medio calmar la situación, pero para entonces el caso era conocido en toda la ciudad y mucho más allá. 

El saldo de dos heridos de bala que fueron trasladados al hospital de las Culturas por ambulancia de Protección Civil, fue menor a lo que parecía al principio cuando se desató la riña originada por la agresión a la mujer, que también fue llevada a un nosocomio. 

Las fuerzas de seguridad detuvieron en el lugar a 12 presuntos responsables de participar en los hechos y más tarde capturaron a otros cinco durante operativos efectuados en la zona norte de la ciudad, para hacer un total de 17, todos presuntos responsables de los delitos de atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad del Estado y pandillerismo. 

Los uniformados de los tres niveles también aseguraron a los presuntos pandilleros, 10 motocicletas, una camioneta y un arma corta, que fueron puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado, lo mismo que los detenidos.  

Parte de la inseguridad que se vive en San Cristóbal se debe a que a algunas personas les ha dado por contratar los “servicios” de estas organizaciones armadas para que las protejan o para que les garanticen impunidad por si cometen algún acto fuera de la legalidad. 

No se han dado cuenta del terrible mal que le están haciendo a la sociedad al acudir a este tipo de situaciones. Y lo peor es que corren versiones de que incluso autoridades municipales se benefician de algún modo de este tipo de cosas. 

Se sabe de casos en los que a un automovilista le han golpeado su vehículo y la persona culpable compra los “servicios” de esas agrupaciones para no pagar los daños que ocasionó. Y las autoridades poco pueden hacer. Qué terrible. 

Hace algunas semanas trascendió el caso de una persona que un poco orgullosa dijo tener ya la “protección” de una de esas agrupaciones. Con el pago de 800 pesos mensuales le dieron un radio de banda civil para comunicarse y lo ingresaron a un grupo de WhatsApp para solicitar el auxilio cuando lo requiera. 

Uno de los problemas es que cada vez más esas agrupaciones que se dedican a vender “protección” son más solicitadas y su poder va creciendo porque ahora ya es un negocio, igual al de cobrar piso que algunas personas ya pagan también. 

Mientras haya impunidad y estas organizaciones hagan lo que se les dé la gana sin que las autoridades correspondientes castiguen a quienes cometen algún ilícito, la situación seguirá igual y empeorará. 

Por eso es importante que cuando sean detenidos sus miembros como el domingo, se aplique la ley y no sean liberados si es que en verdad quieren poner orden en la ciudad coleta, cada vez más golpeada por la inseguridad y por hechos como el ocurrido el domingo, que por desgracia, le dan la vuelta al país y trascienden las fronteras, generando una publicidad negativa.  

Muchas personas se preguntaban ayer si los 17 detenidos serán liberados o llevados a prisión, pero hasta donde se logró saber continuaban presos. Valga recordar que el encarcelamiento de un importante dirigente ocurrido hace casi un año, contribuyó en alguna medida a que medio se calmaran las cosas durante algunos meses, o cuando menos que los hechos violentos no fueran tan frecuentes. 

La única forma de poner orden es aplicando el estado de derecho sin distinciones, porque luego resulta que con tal de asegurar votos en las elecciones no se aplica la ley. Si estos grupos no tuvieran la protección de altos funcionarios no podrían operar como lo hacen con cierta libertad. 

El panorama no es muy halagüeño porque el número de integrantes de esos grupos ha ido creciendo en la ciudad ante la complacencia de las autoridades.  

Lo más sorprendente es que el escenario de la riña que terminó casi en campal ya no sucedió en la zona norte o en sus cercanías, sino en uno de los barrios del centro de San Cristóbal, habitado en su mayoría por mestizos. Es decir, cada vez se acercan más al corazón de la ciudad, que podría decirse han medio respetado.   Fin