¡Qué fin de semana!

Por lo menos dos hechos ocurridos en diferentes puntos de la entidad llamaron poderosamente la atención de la opinión pública el pasado fin de semana. 

Por un lado, el sorpresivo encarcelamiento del ex presidente municipal de San Cristóbal de Las Casas por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Marco Antonio Cancino González, quien fue capturado el viernes por la mañana en la salida hacia Teopisca. 

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), el exalcalde está acusado de los delitos de motín y atentados contra la paz y la integridad corporal y patrimonial de la colectividad y del Estado. 

El comunicado no lo precisa, pero por el contexto se entiende que los hechos están relacionados presuntamente con la quema de libros de texto, ocurrida el 20 de agosto en la comunidad de San Antonio del Monte, situada en el norte de San Cristóbal de Las Casas. 

La FGE explicó en su comunicado que “según la carpeta de investigación correspondiente, el ex presidente municipal (2015-2018) llevó a cabo actos que atentaron contra la paz en la comunidad de San Antonio del Monte, ocasionando ingobernabilidad en la zona norte” de la ciudad coleta el 20 de agosto —en realidad el boletín dice erróneamente que los hechos fueron el 21. 

Se le acusa de que “en su calidad de líder intelectual de organizaciones, en compañía de más personas, el imputado llevó a cabo actos que atentaron contra la paz”.  

La quema de los libros de texto sucedida en San Antonio del Monte fue llevada a cabo por pobladores que profesan la religión evangélica, y, efectivamente, el exalcalde también es protestante. 

Podría decirse que la detención de Cancino González tomó por sorpresa a la mayoría de habitantes de San Cristóbal, que rápido comenzaron a especular acerca de los motivos de fondo: que puede ser para poner el ejemplo y que otros grupos no sigan destruyendo los libros de texto; que es un mensaje para él y sus jefes políticos en el contexto de las elecciones del año próximo; o para sacarlo de la jugada, pues pretende buscar un puesto de elección popular. 

No hay que olvidar que Marco Cancino ha sido señalado de haber creado los primeros grupos de pandilleros que se movilizan en motocicletas, conocidos popularmente como “motonetos” que tienen asolada a la ciudad coleta.  

Hubo versiones de que Cancino González fue detenido en el crucero San Pablo cuando viajaba en un vehículo con reporte de robo, lo que no fue confirmado por la FGE. 

El caso es que desde el viernes, el ex presidente municipal fue trasladado al penal de “El Amate”, y según fuentes cercanas al asunto, un juez le impuso la prisión preventiva justificada provisional, mientras se resuelve su situación jurídica. 

Se supo también que la defensa del exedil solicitó la duplicidad del término a 144 horas, por lo que se señalaron las 10:00 horas del 21 de septiembre para la audiencia de continuidad. A ver qué decide el juez. 

El otro tema que dominó la atención de la opinión pública fue el asesinato de Marianito Rosales Zuarth —como lo conocían—, hijo del alcalde de Villaflores, Mariano Rosales Zuarth. 

Este hecho también tomó por sorpresa a medio mundo, sobre todo a los habitantes de ese municipio situado en la [región] Frailesca del estado, ya que el padre de la víctima gobierna por segundo período consecutivo. 

Muchos habitantes de Villaflores daban casi por hecho que Marianito Rosales sucedería a su padre en la alcaldía, tal vez por el partido Morena, del cual era consejero, ya que tenía una fuerte presencia, se había ganado el cariño de mucha gente y gozaba de la simpatía de muchas personas. 

No está totalmente claro cómo sucedieron los hechos. Las primeras versiones daban cuenta de que Abigail Jiménez Estrada, líder de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac) Villaflores, le había disparado y que un integrante de su seguridad había matado al agresor. 

Más tarde surgió la versión de que Marianito Rosales había intentado mediar en una discusión entre el dirigente transportista y un tío, siendo en ese momento baleado. 

Posteriormente, apareció la tercera versión: que alrededor de las 03:30 horas del sábado, cuando en el interior del Palacio Municipal todavía se celebraba una fiesta con motivo del 213 aniversario del inicio de la independencia, ocurrió una riña entre tres personas pertenecientes a la Amotac en Villaflores, en la que los participantes sacaron armas de fuego y se dispararon entre sí, pero las balas alcanzaron accidentalmente a Marianito Rosales, quien presuntamente se encontraba en una mesa. 

No queda claro tampoco cómo murieron Abigail Jiménez Estrada y su compañero transportista Rusbel Alvarado Utrilla. Ambos quedaron tirados sobre el piso, bañados en sangre, mientras que Marianito fue llevado a un hospital, en donde falleció poco después. 

Es importante destacar que los hechos sucedieron en la madrugada al interior del Palacio Municipal, que era tomado casi como casa propia, después del acto del “Grito de Independencia”. 

Es posible que el hijo del alcalde haya tenido ya diferencias con el dirigente transportista y que al calor de las copas se hayan alterado y sacado armas de fuego. Enseguida llegó la tragedia. 

Como era de esperarse, el hijo del presidente municipal, que deja a su esposa y a dos hijos huérfanos, tuvo un funeral el domingo con la presencia de mucha gente. 

Habrá que esperar para ver qué resulta de las investigaciones, pues la FGE informó que a través de la Fiscalía de Homicidios inició las indagatorias correspondientes.  

En resumen: en San Cristóbal una gran sorpresa por la detención de Marco Cancino, y en Villaflores conmoción por el asesinato del hijo del presidente municipal. ¡Qué fin de semana! Eso, sin contar con lo que sigue sucediendo en la sierra y la frontera del estado, donde la violencia está cada vez peor. Fin.