Operación cicatriz

REC-Claudia

“Hay límites”

Ya Adán Augusto se disciplinó en un evento partidista del sábado 09 de septiembre. Le alzó la mano a Claudia Sheinbaum porque antepuso, a sus deseos personales, la unidad y respeto al jefe máximo del búnker.

El tabasqueño Adán Augusto (nació en Puerto Paraíso) tenía amplias posibilidades de ganar la candidatura, ya que desplegó una emocionante movilización popular durante los tres meses que duró el proceso interno de Morena.

Yo jamás olvidaré aquel evento en Monterrey cuando Juan Diego Chávez, un chico que vive en Infonavit Nogales, impelió a una multitud a darle la bendición a Adán Augusto, quien todavía no era aspirante presidencial.

Civilidad y tolerancia son virtudes básicas en política y él, Adán Augusto, posee ambas. Conoce, y practica en grado máximo, las reglas de urbanidad.

Desde los clásicos de la cultura universal (Platón, Aristóteles), las ciencias políticas marcan las relaciones de poder, estructuras y dirección en grupos de individuos. La autoridad moral del líder permanecerá siempre intocada.

Como buen político y politólogo, Adán Augusto entiende que esto no era una cuestión de cábalas o voluntades divinas, sino de un procedimiento democrático hacia la militancia morenista que, finalmente, ganó Claudia.

Una y otra vez, él y el presidente Obrador se dijeron “hermanos”. Lo son, no de sangre, pero lo son, porque juntos han librado batallas políticas que han fortalecido lealtad, afinidad de objetivos, compromisos con la nación y una amistad a prueba de todo. Coinciden también en la tierra que los vio nacer: El edén.

Hay límites

El presidente Obrador aseveró que se cumplió “con todas las condiciones” democráticas en el proceso de designación de la virtual candidata presidencial, Claudia Sheimbaum.

Y aseguró que antes de que el trámite arrancara escuchó y atendió las inconformidades de Marcelo Ebrard, reiterándole que las puertas de su movimiento siguen abiertas, pero recalcó que “hay límites”.

López Obrador puntualizó que él mismo incluyó las propuestas hechas por Ebrard en el reglamento para el proceso, mismo que, enfatizó el mandatario, fue aceptado por los participantes.

“Se cumplieron todas las condiciones, pero no se puede cuestionar ni mucho menos atacar a nadie, más si se trata de una gente como Marcelo”, dijo en Palacio Nacional.

“Es mi amigo, nos ayudó muchísimo. Imagínense, hablando ahora de política exterior, lo que me ayudó en épocas muy difíciles del presidente Trump”, reconoció el jefe del Ejecutivo.

Puertas abiertas

Cuestionado respecto al por qué abre el umbral a Ebrard luego de las descalificaciones del excanciller a la dirigencia de Morena, inmediatamente de conocerse la definición que favoreció a Claudia, López Obrador señaló que nunca se deben cerrar las puertas a nadie.

“Es lo mismo ahora, hay que convocarnos, no cerrarnos las puertas. Y no decir ‘tú vienes del PRI, del PAN, del Movimiento Ciudadano’. No. Es de sabios cambiar de opinión. Si van a llegar de fuera, por qué los que están adentro van a permitir sin convocar, sin llamarlos, sin entender, que se vayan”.

Enfatizó, no obstante, que “todo tiene un límite y cuál es ese límite, la decisión de cada quien. Cada quien es responsable de sus actos”.

“Entonces no es cuestión de pleito, sino de que cada quien decida. Yo creo que la gente quiere que continúe la transformación”.

Sobre cómo hará en el contexto del proceso electoral para distanciarse del liderazgo del movimiento que ha encabezado por años, López Obrador pidió a la prensa que le ayude, “ya no me pregunten de eso”.

Agregó que luego de la entrega del bastón de mando a Sheinbaum, él continuará defendiendo el movimiento y sus principios, “porque no concibo que el gobierno esté al servicio de una minoría rapaz, luché contra eso, la corrupción, las mentiras”.

REC-Claudia

“Gracias por el reconocimiento, querido Rutilio. Sigamos caminando por el rumbo de la transformación”, así, con esa poderosa composición lingüística, respondió la doctora Sheinbaum al gobernador Escandón.

En medio de la euforia espiritual tras su triunfo, Claudia se dio tiempo de agradecer el Twitter que le envió Escandón calificándola como una “digna representante que dará continuidad al Proyecto de Nación, velando por el bienestar del pueblo”.

La contestación fue rápida, en cuanto ella leyó el mensaje, a pesar de que estaba abrumada entre infinitas muestras de simpatía, felicitaciones, adhesión, frenesí emocional, calor humanitario.

No es un asunto de mera cortesía política o un estatus comunicativo mediático, sino una cuestión de principios, moral y ética, porque antes de los individuos está la humanidad. Es decir, Claudia y Escandón son grandes filósofos de la política. A Chiapas le seguirá yendo bien.

Como era de esperarse, líderes mundiales han enviado muestras de enhorabuena a la doctora Sheinbaum.