El PRI, a prueba con la reforma.

El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, ha insistido en que sus legisladores no aprobarán la propuesta de reforma electoral enviada al Congreso de la Unión por el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Con ello ha envuelto e ilusionado nuevamente a los dirigentes de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que sueñan con tenerlo de su lado para que se conforme una gran alianza opositora en las elecciones presidenciales de 2024, con el fin de tratar de derrotar al gobernante Morena. 

Parece que no hay dudas de que el PRI no avalará la reforma electoral que requiere la votación calificada de las tres cuartas partes de los legisladores, con la que no cuenta el partido Morena, ni juntando a sus aliados, que últimamente también se le han puesto rejegos. 

No la avalará porque la iniciativa de reforma electoral ya estaba muerta de por sí desde antes incluso de la marcha que el 13 de noviembre realizaron los opositores en la Ciudad de México con varias decenas de miles de personas, así como en más de 30 ciudades del país, con el argumento de defender al Instituto Nacional Electoral (INE), aunque ya se sabe que lo que buscan es defender los privilegios que la 4T les ha quitado. 

Lo que sí puede ocurrir, y en ello no estaría mintiendo en principio Alito, es que el PRI avale las modificaciones a la ley secundaria, es decir, el plan B del presidente, lo que al gobierno federal le bastaría para intervenir de algún modo en el INE, sobre todo en cuanto a la reducción de su millonario presupuesto. 

Habrá que recordar que eso fue lo que ocurrió con la reforma para que las fuerzas armadas permanezcan en las calles hasta 2028, que el PRI votó en contra, pero avaló los cambios a las leyes secundarias y con eso el gobierno salvó el problema. 

En esta parte es en la que Alito y su grupo podrían encontrar una rendija para negociar lo que se tenga que negociar para avalar las reformas a la ley secundaria, que es a lo mucho que puede aspirar ahora el Palacio Nacional. Aunque, ya se ha dicho, con eso le bastaría. 

Como en esa ocasión, Moreno Cárdenas será sometido a mucha presión política y tal vez judicial para que doble las manos con el fin de que terminen aprobando los cambios. Para eso está la gobernadora de Campeche, Layda Sansores que probablemente tenga muchas más cosas que revelar, acerca de su paisano. 

Los líderes del PAN y el PRD han vuelto a creer en Alito, pero si al final aprueba las modificaciones a la ley secundaria, se acabaría el encanto y adiós alianza opositora. Por ahora lo están poniendo a prueba, a ver hasta dónde resiste las presiones porque incluso se sabe que ya le reactivaron el proceso de desafuero en la Cámara de Diputados. 

Un factor importante en esta coyuntura política es que se acercan las elecciones en el estado de México y Coahuila, y el PRI y Alito en lo personal, tiene mucho que negociar con el gobierno federal, pero es también la posibilidad de un ensayo de la posibilidad de armar la alianza nacional. 

No es exagerado decir que de la postura que asume el PRI en cuanto a la tan llevada y traída reforma electoral depende en buena medida su integración a la eventual alianza opositora. 

Por lo pronto, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, informó ayer que este martes será enviada a la Cámara de Diputados la propuesta de reforma a las leyes secundarias para que se discuta de una vez.  

Desde luego que los partidos de oposición, a los que con su omisión puede sumarse el todavía coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal que sigue a seguir jugando a la indefinición, tratarán de ponerse dignos y alargar los tiempos si es que así lo desean con tal de evitar a toda costa que se haga alguna modificación, por mínima que sea. 

No tardará mucho en que se sepa el destino de la propuesta y del mismo PRI que por ahora anda jugando al valiente, aunque no se sabe si es real o si es para vendar más caro su amor. Mientras tanto, se ha vuelto a ganar la confianza de los dirigentes de los otros partidos opositores, pero todo puede pasar, y como en el mundial de Qatar, no se sabrá quién es el campeón (Francia, Inglaterra, Argentina, Brasil, España, por ejemplo), hasta que llegue la final. 

Mientras tanto, otros actores se están moviendo para tratar de presionar a los legisladores de todos los partidos para que aprueben la reforma electoral.  

En este sentido fue el encuentro que el sábado se realizó en San Cristóbal de Las Casas, con la participación de cientos de personas en el teatro de la Ciudad Hermanos Domínguez. 

“A los conservadores y a sus diputados y senadores les decimos que se equivocan si piensan que podrán echar atrás la rueda de la historia. La reforma electoral va, ya sea de manera constitucional o mediante la reforma en la materia, ya que es necesaria y México la requiere», afirmaron los asistentes en las conclusiones de la reunión,organizada por la agrupación llamada Poder Social de los Pueblos (PSP), que encabeza López Sánchez, y diversas organizaciones indígenas de la región.   

Agregaron: “En este nuevo régimen se ha trazado la ruta para profundizar la democracia, de tal modo que no sólo tengamos democracia representativa, sino también participativa mediante consultas populares, plebiscitos, referéndums, y ahora, a través de la reforma electoral propuesta por nuestro presidente, se contempla la participación de la ciudadanía en la elección de las y los consejeros del Instituto Electoral”.  

El documento final leído por el indígena tseltal, Javier López Sánchez, director de Educación y Desarrollo Sostenible de Centros Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para América Latina y el Caribe. Fin